Si no tenías
bastante con el plan de negocio, además el modelo de negocio. Si lo primero es
una necesidad, lo segundo es una obligación, con todas las letras. ¿Por qué?
Porque definir tu modelo de negocio es saber cuál es tu ADN, cómo está hecho,
cómo se puede modificar, cómo pulir, cómo cambiar, cómo moldear…
Podríamos estar días y días divagando sobre
el concepto ‘modelo de negocio’, pero como en Emprendedores presumimos de ser
muy prácticos, definir tu modelo de negocio es saber cuál es el ADN de tu
negocio. En otras palabras: es una herramienta previa al plan de negocio que te
permitirá definir con claridad qué vas a ofrecer al mercado, cómo lo vas a hacer, a quién se
lo vas a vender, cómo se lo vas a vender y de qué forma vas a generar ingresos.
Y ¿por qué es
necesario –incluso, vital– definir tu modelo? Porque, entre otras cosas, te
ayudará a saber “qué es lo que va a pasar y quién va a pagar qué, cuándo y por
qué. Cuanto más sencillo sea el modelo de negocio, mejor funciona. Cuanto más
complejo, más difícil será de implementar”, advierte Rodolfo Carpintier,
fundador de Digital Assets Deployment (DaD).
“Una definición
admitida es –señala Javier Megías, experto en estrategia y modelos de negocio–
cómo una empresa crea, desarrolla y captura valor. Pero esto es muy etéreo. Al
final, el modelo de negocio es una visión, un conjunto de todo lo que es tu
negocio”.
Para Joan Riera,
profesor de Esade Business School y CEO de Active Development, el modelo de
negocio es como los pilares del futuro negocio: “Son los cimientos. Si vas a
construir un edificio, que sería tu negocio, estás definiendo dónde van las
columnas. Por eso el modelo de negocio es muy importante pensarlo antes de
lanzar una idea almercado, incluso antes del plan negocio.
Muchos emprendedores empiezan con el business plan sin haber pensado bien su
modelo. Es como construir una casa y empezar metiendo los muebles y luego te
replanteas los espacios. Y te encuentras con un problema: ‘Perdón, me he
equivocado. Voy a mover un par de columnas para que me encajen los muebles’.
Volver atrás suele ser muy costoso y difícil y se suele entrar en etapas de
confusión y colapso”.
Mucho más que los ingresos
Cuando se habla, coloquialmente, de modelo de negocio se suele concretar en la forma que tiene una empresa de ganar dinero. Y también es eso, pero es mucho más. “Se suele relativizar lo del modelo de negocio con los flujos de ingresos, y el modelo de negocio habla no sólo de cómo ganar dinero sino también de quiénes son tus clientes, de cómo vas a llegar a ellos, qué cosas tienes que hacer para entregarles tu propuesta de valor, qué es lo que te hace único, qué estructura de costes tienes, etc.; es una visión sistémica de tu negocio”, subraya Megías.
Cuando se habla, coloquialmente, de modelo de negocio se suele concretar en la forma que tiene una empresa de ganar dinero. Y también es eso, pero es mucho más. “Se suele relativizar lo del modelo de negocio con los flujos de ingresos, y el modelo de negocio habla no sólo de cómo ganar dinero sino también de quiénes son tus clientes, de cómo vas a llegar a ellos, qué cosas tienes que hacer para entregarles tu propuesta de valor, qué es lo que te hace único, qué estructura de costes tienes, etc.; es una visión sistémica de tu negocio”, subraya Megías.
Y así es: ganar
dinero –generar ingresos– sería la consecuencia del proceso. Para que eso
suceda es necesario definir y encajar toda una serie de piezas (que veremos
después). “Las preguntas clave que cualquier negocio debe saber responder son:
¿quién es mi cliente?, ¿qué estoy ofreciendo al mercado?, ¿cómo lo voy a ofrecer?, ¿qué
mecánica tiene mi negocio para hacer beneficios? y ¿cómo lo voy a hacer
sostenible en el tiempo?”, afirma Joan Riera.
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